Add parallel Print Page Options

Así como el exceso de ocupaciones produce pesadillas, la necedad te convierte en un necio que dice tonterías. Así, cuando le hables a Dios y le prometas hacer algo, no tardes en cumplirlo. Pues a Dios no le agradan los necios. Cúmplele lo prometido. Es mejor no decir que se va a hacer algo, que decirlo y no hacerlo.

Read full chapter